Un transplante de células madre enbrionarias logró devolver la visión a pacientes con ceguera y mejoró la vista de otras personas que tenían una vida limitada por tener discapacidad visual.
En la investigación, realizada en Estados Unidos por uno de los grupos líderes mundiales en medicina regenerativa, se trataron 18 pacientes que sufrían dos enfermedades incurables de retina. Nueve de ellas padecían degeneración macular vinculada a la edad (DMAE) y las otras nueve distrofia macular de Stargardt, una enfermedad ocular hereditaria que se caracteriza por una degeneración muscular. Liderado por Robert Lanza, director científico de Advanced Cell Technology, el estudio no sólo ha demostrado la seguridad del uso terapéutico de las celulas madre, sino que también ha logrado resultados positivos en el tratamiento de las dos enfermedades oculares que suponen la primera causa de ceguera en los países desarrollados.
El proceso científico empezó con la obtención de células madre. Después, encontraron la receta química e identificaron los factores de crecimiento, que provocan que las células pluripotenciales se transformen en las células deseadas. El último paso es el transplante de las células ya diferenciadas a la retina de la persona para comprobar si se integran en el tejido y realizan su función.
"El número de pacientes del estudio fue demasiado pequeño para sacar cualquier conclusión referente a la mejor dosis para lograr una mejora en la visión, pero hemos visto los mayores avances con las dosis de células más elevadas" aseguró Lanza, jefe científico de Advanced Cell Technology (ACT) y elegido como una de las 100 personas más influyentes por la revista Time.
Los especialistas relacionados con temas de visión explicaron que no es casualidad que el primer uso terapéutico en humanos se haya aplicado en un transtorno que afecta a los ojos, ya que estos órganos están muy aislados del sistema inmune y eso reduce el riesgo de rechazo.
El País.