Conoces todas las ventajas que te ofrecen las lentes de contacto. Pero, ¿sabes cómo cuidarlas?
Las lentes de contacto te ofrecen grandes ventajas, especialmente en esta época en la que nos apetece realizar más actividades al aire libre y disfrutar del buen tiempo. Sin embargo, para garantizar su óptimo uso debes realizar un mantenimiento correcto.
Las lentes de contacto tienen predisposición a acumular microorganismos y depósitos que, si no son eliminados, podrían provocar disminución de la visión e incomodidad. Existen diferentes líquidos de mantenimiento para las diferentes lentes de contacto, por lo que es tu óptico-optometrista quien ha de asesorarte según tus necesidades:
Solución única: La más utilizada. Proporciona una limpieza y desinfección diaria óptima. Existe también la solución única con hialuronato que además te proporcionará mucho más confort.
Peróxido: Para una limpieza más profunda.
Jabón limpiador: Es la solución específica que elimina residuos lipídicos.
Pastillas encimáticas: Para eliminar los residuos proteínicos.
Solución salina: Para aclarar tus lentes de contacto.
Lágrimas artificiales y humectantes: Es el perfecto complemento para cualquiera, tanto si eres usuario de lentes de contacto como si no. Las lágrimas aportan mayor hidratación al ojo aumentando tu sensación de frescor y comodidad, sobre todo si contiene hialuronato.
Tu óptico-optometrista es quien mejor te asesorará acerca del mantenimiento de tus lentes de contacto, y aquí te damos algunas recomendaciones:
Lávate y sécate bien las manos antes de manipular las lentes de contacto para reducir el riesgo de infecciones.
Las soluciones ¡caducan!, no son eternos. Fijate bien en la fecha de caducidad.
Procura limpiar, aclarar y dejar secar tu portalentes, ya que puede ser una fuente de crecimiento de bacterias.
Cierra bien los tarros después de utilizarlos.
No es correcto rellenar las soluciones que quedan en el portalentes, tirala siempre después de cada uso.
Usa productos homologados. Sólo los establecimientos sanitarios de óptica te ofrecen todas las garantías.
No expongas tus lentes de contacto al agua (grifo, embotellada o destilada), ya que contiene cloro, diversos minerales y partículas metálicas que pueden dañar la lente de contacto. Además es muy frecuente encontrar microorganismos que pueden carsarte distintas infecciones.
No pongas las lentes de contacto en tu boca para humedecerlas, ya que tu saliva puede contener bacterias.
No expongas tus lentes de contacto ni sus productos a temperaturas elevadas.
Fundación Salud Visual nº31
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