Estas lentes de contacto no cambiarían de color según el nivel de glucosa en la sangre, sino que transmitirían la lectura realizada a un receptor que se encargará de procesar la señal, estimar el grado de azucar sanguinea y enviar los datos directamente al historial médico del paciente o a un centro de salud.
En la actualidad se llevan a cabo investigaciones para que las lentes de contacto, además de compensar problemas en la visión como la miopía o la hipermetropía, puedan ser utilizadas en otras aplicaciones. En algunos años más se podrán servir como "displays" tipo "Terminator"; se convertirán en potenciales interfaces tanto de entrada como de salida que nos permitirían conectarnos con múltiples sistemas de información, una especie de pantalla portátil siempre comunicada.
Por ahora, las lentes prototipo (Interfaz de usuario natural) integran un sensor que mide el nivel de glucosa, un transmisor de radio y una antena para enviar la información a un receptor que determina una medida en tiempo real. Ello evitará pinchar con una aguja al paciente y colocar una gota de sangre en una tira reactiva; es decir, mejoraría mucho la calidad de vida de los diabéticos.
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