miércoles, 12 de noviembre de 2014

5 HÁBITOS QUE A TUS OJOS NO LES GUSTAN.

1 Dormir con las lentes de contacto que no sean adecuadas para ese uso.
 Por pereza, despiste o simplemente por desconocimiento, hay personas que se van a la cama sin quitarse las lentes de contacto, cuando éstas no son adecuadas para dormir. Un día puntual no tiene por qué dañar el ojo, pero se debe tener mucho cuidado para que este error no se repita. El material de las lentes de contacto permiten la adecuada oxigenación del ojo para poder usarlas a diario, pero es cierto que hay que darles un "descanso" para fomentar dicha oxigenación. Por ello, la noche también tiene que ser el momento de relax para el ojo, por lo que hay que quitarse las lentes de contacto para ofrecérselo.
 Además, las lentes de contacto necesitan cuidarse realizando una limpieza diaria cada vez que se colocan y se quitan; es decir, al levantarnos y al acostarnos. En el caso de que no se realice puede originar una infección. Para ello utiliza productos de cuidado adecuados, de venta en ópticas, y guarda las lentes de contacto en un recipiente libre de bacterias.
2 Tocarse los ojos.
 Cuando tenemos sueño nos frotamos los ojos, cuando notamos un objeto extraño no dudamos en llevarnos el dedo al lagrimal para intentar reducir la molestia o, si nos levantamos con legañas, directamente nos las quitamos con la mano. Estos gestos que parecen inofensivos pueden derivar en una infección porque, aunque no lo creamos y por mucho que nos las lavemos, las manos siempre portan bacterias.
 Si por alguna razón tienes que tocarte los ojos, hazlo con una gasa esterilizada, y no los laves con soluciones caseras ni gotas oculares sin indicación médica.
3 No dar descanso.
 Actualmente millones de personas ejercen su trabajo delante de una pantalla de ordenador. Esta práctica tan habitual es una de las principales causas de fatiga ocular, problema que ocasiona molestias, lagrimeo, irritación, dolor de cabeza y visión borrosa, entre otras alteraciones. Para evitarlo, debemos adoptar el hábito de dar descanso a la visión apartando la mirada de la pantalla y fijándola en un punto más lejano, cada hora aproximadamente. También se recomienda configurar la pantalla para que los caracteres se puedan leer sin realizar un sobresfuerzo, que estemos situados a unos 50 centímetros de distancia ojo-pantalla y que el brillo del monitor no sea ni demasiado intenso ni oscuro. Además la habitación debe estar bien iluminada y debemos intentar parpadear cada 30 segundos para evitar la sequedad en el ojo.

4 Buscar soluciones por cuenta propia.
 Usar las gafas de la pareja, hermano, amigo para leer en momentos puntuales, aplicarse gotas para evitar los ojos rojos sin el consejo de un profesional sanitario u optar por remedios caseros para curar un orzuelo, son malos hábitos que pueden resultar contraproducentes para nuestra salud visual. Los ojos, especialmente, son una parte muy delicada del organismo que deben ser tratados con cuidado y con total seguridad. Así que no tomes decisiones por tu cuenta para solucionar una afección y recurre siempre a un Óptico-Optometrista.
5 Olvidarse de las revisiones.
 Apunta bien cuando tienes la próxima cita con tu Óptico-Optometrista, porque olvidarte de ella puede suponer el no detectar a tiempo un posible problema. Además, si usas gafas o lentes de contacto para contrarrestar algún defecto refractivo, es fundamental que cada año (si el profesional sanitario no te indica que sea antes) acudas a la revisión por si es necesaria una nueva graduación. La prevención por medio de estas revisiones es fundamental para que cualquier problema no vaya a más.

¡Toma nota!
 Debes proteger tus ojos de la radiación solar aunque no sea verano y la luz no sea intensa porque sus efectos  perjudiciales continúan llegando a tus ojos y favoreciendo la aparición de problemas tales como cataratas o degeneración macular. Si conduces durante largos periodos de tiempo, sueles hacer excursiones a la montaña o acudes a la playa, incluso en invierno, esta recomendación cobra aún mayor importancia porque son situaciones en las que los rayos UV pueden hacerte más daño. Pregunta a un Óptico-Optometrista qué gafas de sol son las más adecuadas para cubrir tus necesitades.

Salud Visual Nº34

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