Las ojeras, aunque no constituyen un problema de salud en sí mismas, transmiten una imagen de cansancio, independientemente de la edad que tengamos. No son ningún tipo de patología, sin embargo restan frescura a tu mirada. Debemos tener en cuenta que la piel de esa zona es mucho más fina y delicada que la del resto de la cara. A medida que envejecemos, la piel bajo los ojos va adelgazando, al tiempo que se reduce su colchón de grasa y colágeno, haciendo que los vasos sanguíneos se noten más. El resultado son las ojeras.
La aparición de las ojeras está directamente relacionada con factores hereditarios y genéticos, pero hay una serie de circunstancias que empeoran su apariencia:
La fatiga, el estrés físico o emocional y la falta de sueño, que hace que la piel parezca más pálida, resaltando los vasos sanguíneos.
La deshidratación.
Las alergias, el asma, la congestión nasal y el lagrimeo excesivo, que pueden dilatar y oscurecer las venas que van del ojo a la nariz, además de que nos invitan a frotarnos los párpados continuamente.
La exposición prolongada al sol.
La dermatitis atópica y el eccema.
El tabaco y el consumo de alcohol.
Las irregularidades en la pigmentación de la piel.
La retención de fluidos.
La anemia por falta de hierro.
El embarazo y los problemas menstruales.
¿Qué puedo hacer?
No restes horas al sueño y mantén el estrés a raya. Además prueba a dormir con la cabeza un poco más elevada que el resto del cuerpo para evitar la concentración de fluido en los párpados inferiores.
Las cremas específicas para el contorno de ojos te ayudarán a hidratar y nutrir la delicada piel de esa zona.
No te olvides de las gafas de sol, los fotoprotectores y los sombreros cuando estés al aire libre.
Bebe suficiente agua y reduce el consumo de café, alcohol y refrescos azucarados.
Disminuye la sal en tu dieta.
Consume alimentos ricos en vitamina C (para fortalecer las paredes de los vasos sanguíneos), en potasio (para eliminar el exceso de fluidos), y en antioxidantes, como los arándanos, el té verde o negro, las uvas pasas, el perejil, las cebollas y las legumbres.
Animate a dejar el tabaco.
Utiliza gotas oculares para aliviar la irritación causada por las alergias y la congestión nasal.
Los remedios de toda la vida...
Algunos trucos tradicionales también les ayudan a mejorar la apariencia de sus ojeras:
Aplicar frio. Cubre los ojos con una compresa fría durante cinco minutos para reducir la hinchazón de los vasos sanguíneos.
El pepino. El pepino, que contiene calcio, vitaminas A y C y magnesio, es conocido por sus propiedades relajantes. El contorno de los ojos se puede beneficiar de la aplicación directa de una rodaja de pepino durante alrededor de quince minutos.
El té. Moja un paño en té y situalo sobre los parpados cerrados durante quince o veinte minutos.
Un suave masaje con los dedos. Para mejorar la circulación de la zona, cierra los ojos y presiona suavemente el párpado inferior con el dedo anular, describiendo lentos movimientos circulares de dentro hacia furera. Efectúa entre diez y quince repediciones y, acontinuación, haz lo mismo en el otro ojo.
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