jueves, 10 de julio de 2014

LENTES DE CONTACTO: COMPAÑERAS DE VIAJE IDEALES.

Las lentes de contacto son una excelente opción para esta época del año por la comodidad y la seguridad que proporcionan, siempre y cuando se usen correctamente.

Seguro que ya has comenzado a planear escapadas e incluso tus vacaciones de verano en las que no faltarán días de piscina, actividades en la playa y algún paseo por la montaña. Quienes presentan algún defecto de refracción pueden encontrar en las lentes de contacto su compañero de viaje perfecto, ya que, además de proporcionar la calidad de visión que necesitan, resultan muy cómodas para realizar cualquier actividad, y aportan más seguridad que ciertas gafas a la hora de practicar deportes propios de esta época del año. Sin embargo, para que su utilización sólo aporte ventajas, hay que tener en cuenta ciertas pautas de mantenimiento, higiene y utilización.

Cuando preparamos un viaje en el que vamos a estar unos días fuera de casa, tenemos que preocuparnos por algo más que por llevar las lentes de contacto puestas porque, además de éstas, debes meter en la maleta otro juego de repuesto. Junto con ellas no pueden faltar los líquidos de mantenimiento como medida de prevención por si en nuestro destino no encontramos los que utilizamos.

Por otro lado, aunque tengas pensado usar lentes de contacto, también debes viajar con unas gafas graduadas para que puedas combinar su utilización, o por si por algún motivo no puedes usar lentes de contacto, y, por supuesto, unas gafas de sol para proteger tus ojos.

Si vas a viajar en avión no olvides quitarte las lentes de contacto antes de subir porque el ambiente en la cabina es muy seco, lo que puede provocar alguna molestia en los ojos. Esta medida de prevención cobra aún mayor importancia si has madrugado mucho o vas a pasar la noche en el avión porque seguramente te quedes dormido, así que mejor quitártelas antes para evitar dar cabezadas con ellas puestas.

En el caso de que decidas viajar con ellas puestas, resulta recomendable llevar un bote de gotas humectantes para evitar la sequedad. Recuerda que en los aviones no puedes meter envases que porten más de 100 mililitros de líquido, así que opta por los formatos "de viaje". Junto con las gotas, guarda en tu bolsa de mano las lentes de contacto de repuesto, el estuche y la solución de mantenimiento por si tienes la mala suerte de que se pierda tu equipaje durante el viaje.

Por último ten en cuenta que la presión que se crea en la cabina del avión puede provocar fugas en los botes de los líquidos de mantenimiento, así que guárdalos protegidos en una bolsa y sin objetos que no se puedan mojar.

Cuando vamos a pasar las vacaciones o nuestros momentos de ocio en la playa o en la piscina, debes tener en cuenta los siguientes consejos:

-Nada con gafas acuáticas si te dejas puestas las lentes de contacto para evitar que los ojos entren en contacto con el agua y así prevenir la irritación del ojo.
-No debes quitarte las lentes de contacto en cuanto salgas del agua, espera un tiempo, unos 30 minutos, para que la lente se vuelva a hidratar correctamente con la lágrima. De esta forma recupera su movilidad en el ojo antes de la extracción.
-Para proteger los ojos tanto del sol, como de la arena u otras partículas que pueden entrar en el ojo, ponte también gafas de sol.

Las lentes de contacto desechables diarias pueden ser una buena opción, ya que te permiten olvidarte de las soluciones de mantenimiento, cada mañana te pones unas nuevas y ¡listo! Se aconsejan especialmente si en tu viaje vas a tener problemas para mantener la higiene correcta de tus lentes de contacto, o cuando vas a estar mucho tiempo fuera de casa. Habla con tu Óptico-Optometrista para saber cuáles son las idoneas para ti.

Para mantener la higiene adecuada de tus lentes de contacto debes seguir estos consejos:

-Nunca uses agua del grifo para limpiar las lentes, ni ningún otro producto que no te haya prescrito tu Óptico-Optometrista para evitar la acción adversa de microorganismos.
-Después del baño y de esperar el tiempo adecuado, quítate las lentes y enjuagalas con la solución adecuada para eliminar los posibles gérmenes que hayan podido llegar al ojo a través del agua.
-Confirma que el portalentes se queda seco, puedes quitar el exceso de solución con una toallita. Además, no olvides que el portalentes se debe reemplazar cada seis meses.
-Si vas a practicar algún deporte, o sudas bastante, usa gorra o cinta en la frente para evitar que el sudor entre en los ojos porque puede contener bacterias.
-Ambientes muy secos, de la misma forma que el aire acondicionado, pueden provocar que las lentes de contacto nos molesten. Para evitarlo pregunta a tu Óptico-Optometrista por el uso de gotas humectantes.

Saludvisual Nº32


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