Con esta terapia es posible mejorar ciertas capacidades visuales que no se corrigen con el uso de lentes o por medio de cirugía.
Ante un defecto refractivo disponemos de lentes graduadas según nuestras necesidades, o podemos recurrir a la cirugía ocular para modificar una alteración en la anatomía del ojo o en los músculos que le rodean. Son soluciones muy eficaces en la gran mayoría de los casos, pero ante otros problemas resulta más adecuado "entrenar" al sistema visual para que por sí solo corrija el problema que tiene. Esto se consigue mediante la terapia visual, ¿sabes en qué consiste?
"Entrenamiento" completo.
Para poder ver correctamente no sólo necesitamos que nuestro ojos se encuentren en "plena forma", ya que el cerebro juega un papel fundamental, de hecho se puede decir que los ojos son una extensión física del cerebro. De la misma forma, para ver bien también necesitamos entender e interpretar la información que nos llega a través de ellos, por lo que necesitamos algo más que una buena agudeza visual.
Es por ello que ante ciertos problemas visuales necesitamos algo más que unas gafas o lentes de contacto, aquí es donde entra en escena la terapia visual. Se trata de un programa personalizado de actividades, ya que es diseñado y supervisado por un Óptico-Optometrista, que tiene como objetivo corregir ciertos problemas o mejorar las habilidades visuales por sí mismo. Con dichos ejercicios es posible mejorar tanto la capacidad de los ojos como de las áreas del cerebro que controlan la visión.
¿En qué consiste?
Por regla general, la terapia visual se divide en dos partes, una más mecánica diseñada con ejercicios que los pacientes pueden realizar en casa a diario, durante 10 ó 15 minutos. La otra parte se basa en el aprendizaje y automatización de las habilidades entrenadas, la cual se debe realizar bajo la supervisión de un Óptico-Optometrista. Para su desarrollo, el profesional puede usar lentes correctoras y terapéuticas, prismas, filtros ópticos, oclusores o parches oculares, dispositivos electrónicos, programas informativos o diferentes dispositivos de entrenamiento de la integración visual, motora y sensitiva.
¿Sabias qué...?
La terapia visual resulta muy efectiva en niños, especialmente en problemas relacionados con la visión binocular que les puede afectar negativamente en el aprendizaje, la concentración, la lectura y la escritura.
¿Me vendrá bien?
Si presentas alguno de estos problemas, tu Óptico-Optometrista puede indicarte seguir una terapia visual:
-Ambliopía y ojo vago.
-Estrabismo, en concreto para tratar una forma intermitente conocida como insuficiencia de convergencia(incapacidad para mantener los ojos alineados al leer).
-Disfunciones en el movimiento ocular.
-Otras alteraciones en la visión binocular como las forias (problemas leves de alineamiento ocular que pueden ocasonar fatiga ocular al leer).
Grandes resultados.
Aunque como pasa con la mayoría de los tratamientos, los resultados dependen de cada persona, del problema que presenten y de la constancia en la terapia, lo cierto es que algunos pacientes obtienen grandes resultados, entre los que se encuentran el leer más rápido y con mayor grado de comprensión, notan que son más eficaces en el trabajo, y algo que para muchos es fundamental, apenas tienen dolores de cabeza. En concreto, se han observado mejoras en las siguientes habilidades:
-Alineación ocular: fundamental para no recibir la información visual distorsionada.
-Fijación: capacidad de mantener la visión en un punto sin que cause un gran esfuerzo.
-Agudeza de cerca: necesaria para leer, escribir, entre otras muchas acciones.
-Variación en el enfoque de cerca a lejos y al contrario: facilita ver sin distorsión a cualquier distancia, y poder retener la imagen.
-Coordinación ocular: básico para que ambos ojos trabajen a la par, y puedan transmitir al cerebro la imagen que perciben como una sola.
-Percepción de profundidad: clave para la visión en tres dimensiones, algo necesario al conducir, practicar deporte y coordinar ojo-mano.
-Visión periférica o lateral: necesaria para ubicarnos en el espacio.
-Memoria visual: una gran ayuda para recordar lo que hemos visto con anterioridad.
-Percepción y discriminación: favorece la capacidad de ver pequeños detalles rápidamente y con precisión. Cuando esta capacidad no está bien desarrollada podemos tener problemas para percibir letras con apariencia similar, por ejemplo.
-La integración y el funcionamiento conjunto de las habilidades de enfoque, fijación, fusión, visión periférica y simultaneidad ocular, el procesamiento mental en la lectura, la compresión o la memorización, y la coordinación con el resto de los sentidos.
Saludvisual Nº33
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