Quizás pienses que son exigencias del trabajo y, por tanto, no hay nada que hacer para evitar la fatiga visual, pero lo cierto es que siguiendo unas simples pautas se pueden minimizar e incluso evitar sus síntomas.
Toma nota y aplícalos en tu rutina:
Descansa. Simplemente con hacer una pausa de cinco minutos por cada hora de lectura o de exposición a la pantalla del ordenador, le estaremos dando una tregua a nuestros ojos. Puedes fijar tu mirada en un punto algo más alejado para que el ojo cambie de enfoque.
Configura tu monitor. Este punto es muy importante porque una inadecuada configuración da lugar a una exposición prolongada del ojo a una luz e imágenes poco recomendables para su bienestar. Lo ideal es que:
-La imagen de la pantalla sea estable.
-La pantalla no provoque destellos, ni se formen reflejos en ella.
-Los colores deben ser claros y mates.
-Trabaja con caracteres que estén bien definidos y se puedan leer cómodamente. Para ello debe haber un buen nivel de contraste entre los caracteres y el fondo, que su tamaño sea totalmente legible, y que haya espacios entre líneas. Si este formato no se adapta a las necesidades del trabajo, una vez terminado, podrás cambiarlo. La idea es trabajar lo más comodo posible.
Coloca bien la pantalla. Es muy importante la distancia que hay entre nuestros ojos y el monitor para leer cómodamente. Esta distancia no debe ser menor de 40 centímetros, lo ideal es que esté entre 50 y 60 centímetros. Por otro lado, ten en cuenta que la parte superior de la pantalla debe coincidir con la altura de nuestros ojos, o un poco más baja para que esté situada en la zona óptima de visión, que se encuentra entre los 5 y 35 grados por debajo de la horizontal visual. Esta es una de las claves para no adoptar una mala postura y, por tanto, evitar que nos duela el cuello.
Tu puesto de trabajo limpio. Pensarás que no tiene nada que ver con tu salud visual, pero no es así. Los campos electroestáticos del monitor atraen el polvo, por lo tanto se queda enfrente de nuestros ojos y puede llegar a irritarlos. Así que mantén limpia tu mesa y pasa un paño por el monitor para quitar ese polvo. También es importante que no haya manchas ni huellas en la pantalla porque originan reflejos.
Puntos de apoyo. Si trabajas con documentos y los tienes que consultar continuamente, utiliza un atril donde colocarlos y que esté a la altura de la pantalla. De esta forma evitas subir y bajar constantemente la cabeza y cambiar la distancia del punto de mira.
La luz adecuada. Intenta que la pantalla de tu ordenador esté colocada de forma perpendicular a la ventana, ya que no conviene que la tengas de frente o detrás porque si hace mucho sol se producirán deslumbramientos o reflejos incómodos. Si no puedes evitarlo, puede ser de gran ayuda un filtro especial para pantallas. A su vez no te excedas con la iluminación porque también puede provocar fatiga visual, de la misma forma que cuando trabajamos en habitaciones oscuras. Si trabajas con una lámpara oriéntala hacia tu puesto de trabajo, pero que la luz no te dé en los ojos o en la pantalla directamente.
Siempre con tus gafas. No te olvides, y si eres despistado, ten unas de repuesto con la misma graduación que las que usas habitualmente en la oficina.
Saludvisual Nº33.
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